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Claves de la propiedad intelectual en la IA

La propiedad intelectual es fundamental para las empresas. No sólo protege sus innovaciones y creaciones, sino que también otorga una ventaja competitiva e incrementa su valor comercial.

Además, ayuda a atraer inversores, que suelen considerar la propiedad intelectual de una empresa como un indicador de su potencial de crecimiento y estabilidad.

De hecho, se estima que las startups que cuentan con patentes y marcas registradas tienen hasta 10 veces más posibilidades de conseguir financiación que aquellas que no las tienen, de acuerdo con un estudio publicado por la Oficina Europea de Patentes (OEP) y la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), del que nos hacíamos eco en EMPRENDEDORES.





¿Cómo proteger la propiedad intelectual en IA?

La transformación digital que ha vivido nuestra sociedad en los últimos años ha hecho que buena parte de la innovación se oriente hacia el desarrollo de software y tecnologías como la IA.

Esto comporta cierta complejidad a la hora de proteger la innovación, ya que la legislación española y europea no contemplan explícitamente la patente de software.

“El código fuente, esto es, la sintaxis de un lenguaje de programación estandarizado interpretable por una máquina, que representa la secuencia de ejecución de un programa, no puede protegerse por una patente”, afirma la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), en este artículo publicado en Silicon.es.

Esto es así por varias razones. “Una de ellas es que la patente tiene vigencia efectiva durante 20 años. Esto es un tiempo demasiado largo para la vida del software, cuya evolución y caducidad en el mercado es mucho más rápida. En el tiempo en que tardaría en concederse la patente por un software ya desarrollado, habría quedado probablemente obsoleto en el mercado”, detalla la OEPM

“También resulta difícil la verificación de los requisitos de patentabilidad, no tanto de la novedad como de la actividad inventiva; es decir, del grado de ingenio y creatividad que tiene un producto de software frente a otros parecidos”, añade.

Sin embargo, esto no quiere decir que no se puedan proteger la propiedad intelectual y los avances en torno al desarrollo del software o la IA.

“Los derechos de autor (copyright) siguen siendo sin duda el método más común para software en la UE, protegiendo las bases de datos como compilaciones y defendiendo las empresas propietarias y la inversión sustancial en su contenido”, explica Flavio Nucciarelli, project manager de Euro-Funding.

“En casos que se involucren conjuntos de datos generados por IA o datos trabajados para entrenamiento, la protección de derechos de autor se extiende a la selección o disposición, pero no al contenido en sí. Este enfoque se alinea con la Directiva de Bases de Datos de la UE (EU’s Database Directive), que otorga protección para bases de datos que demuestren una inversión sustancial en la obtención, verificación o presentación de datos”, añade.

Asimismo, recuerda que la Comisión Europea ha introducido varias normativas relacionadas con los datos, “incluida la Ley de Gobernanza de Datos (Data Governance Act), para armonizar los conceptos de propiedad en los estados miembros”.

Además, recalca que las patentes para soluciones de IA también pueden ser aplicables y efectivas en algunos casos, empleando dos tipos de protecciones: derechos de autor y patentes.

Derechos de autor en IA

“El software subyacente a los modelos de IA puede estar protegido por derechos de autor, pero los datos en bruto carecen de originalidad para su protección. En cambio, las colecciones de datos pueden recibir derechos de base de datos si se realizó una inversión significativa en su organización, aunque esto excluye los datos generados por máquinas”, apunta Nucciarelli.

Sin embargo, hace hincapié en que “la protección de derechos de autor es limitada en su alcance, ya que se centra en la organización creativa y la presentación de datos, pero no asegura las entradas en bruto utilizadas por los modelos de IA”.

“Como complemento a esta protección, los acuerdos contractuales se vuelven de vital importancia. Los contratos pueden delinear claramente la propiedad de los datos, los derechos de uso y los términos de explotación, brindando a las empresas una capa adicional de protección donde las leyes de propiedad intelectual existentes pueden ser insuficientes. Por ejemplo, definir la propiedad de datos generados por máquinas a través de acuerdos puede mitigar posibles disputas sobre el control y la explotación comercial de los conocimientos derivados de la IA”, subraya.

Patentes sobre innovaciones de IA

“A nivel europeo, los solicitantes de protección de innovaciones de IA a través de patentes deben demostrar que su invención contribuye con una solución técnica novedosa a un problema existente”, aclara el experto de Euro-Funding.

“Una solicitud de patente de IA exitosa se basa en el enfoque de problema-solución, asegurando que las reivindicaciones de la patente muestren contribuciones técnicas, como nuevas técnicas de procesamiento de datos, arquitecturas de modelos avanzadas o nuevas formas de interactuar con el hardware. Estas contribuciones técnicas pueden incluir avances en reconocimiento de imágenes, procesamiento de voz o diagnósticos médicos, dominios donde los procesos impulsados por IA mejoran significativamente la eficiencia o precisión”, desgrana.

Por tanto, recalca que “es importante que las reivindicaciones de la patente de IA se centren en la generación y recopilación de datos, las metodologías únicas de entrenamiento de modelos y las aplicaciones técnicas de estos modelos”.

“Esto implica ir más allá de conceptos abstractos, que no son patentables, y garantizar un marco robusto de interacción y supervisión humana dentro de la innovación. A la hora de presentar la patente, el mayor desafío radica en asegurar que las reivindicaciones reflejen con precisión las contribuciones técnicas sin descripciones demasiado amplias o genéricas, lo que podría poner en riesgo la validez durante el examen o litigios”, expone.

Adaptación al entorno

Por otro lado, Nucciarelli pone el acento en la necesidad de las empresas de adaptarse a un entorno cambiante, tanto por la evolución legislativa como por el diferente tratamiento que recibe la propiedad intelectual en cada región o país.

Por ejemplo, Europa y Estados Unidos mantienen que sólo los humanos pueden considerarse como inventores, un principio protegido en los marcos legales de ambas regiones. Sin embargo, en un caso histórico, Sudáfrica aceptó un sistema de IA como inventor, una decisión que plantea preguntas sobre la futura dirección de las leyes de patentes a nivel global”, especifica.

De este modo, señala que las empresas “deben desarrollar estrategias exhaustivas de propiedad intelectual que aprovechen múltiples capas de protección”. “Por ejemplo, combinar la protección técnica de patentes con sólidos derechos de bases de datos, acuerdos de confidencialidad y políticas estratégicas de secretos comerciales puede ofrecer una defensa multifacética”, puntualiza.

Además, remarca que “establecer un portafolio de propiedad intelectual fuerte y ágil no sólo protege a las empresas contra infracciones, sino que también sirve como una poderosa lanza para el posicionamiento en el mercado, negociaciones de licencias y ventaja competitiva”.

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